Cuando McDonald’s necesitó una Big Mac que se viera impecable durante semanas para el lanzamiento de su campaña, entendimos que estábamos ante un reto de precisión y creatividad. Creamos un dummy hiperrealista utilizando una mezcla de ingredientes reales y falsos, logrando una apariencia deliciosa, resistente al paso del tiempo y lista para brillar en cualquier ángulo.
Cada capa fue producida por separado para montar un display impactante que descompone visualmente la Big Mac y muestra su esencia con detalle obsesivo. Un proyecto donde el food styling se convierte en escultura, y el antojo, en experiencia visual.